Mi Dios, mi Señor, Mi Hermano, Mi Maestro, mi Padre, mi Espíritu, mi ser, mi todo.
Sabes bien que me hayo enferma, no es ni poco ni mucho el dolor y sufrmiento de esta enfermedad, no acabo de asumirla, aprovechar el descanso ardiente, hiriente, y confuso que estoy viviendo. Aun así obra tuya es, pues tuya soy. Quiero rezar y puedo, y, no puedo. Quiero sentir y siento, quiero no dudar, y dudo. Estoy en el cáliz de amor que tu bebes y esto me reconforta y me hace decir de nuevo: "AQUI ME TIENES"