soñé durante su vejez, más de una vez con Juan Pablo II, siempre ha sido lo mismo,él estaba anciano y me pedía que por favor le llevase en mi espalda, que le ayudase,que lo cargase a mis espaldas, su rostro era tan dulce, y yo lo hacía con gusto. Lo llevaba sobre mi espalda.
Al despertar siempre interpreté lo mismo que él pedía en oración a todos su hijos que rezásemos por él, que le ayudásemos a llevar su carga tan grande, y por lo que Dios haya querido, nuestros espíritus se comunicaron en mi sueño.
ORACION AL SANTO PADRE.
Mi corazón estaba desierto.
De caminar solo harto estaba.
De vivir apenas muerto
Y de morir si no rezaba.
Mi corazón yacía en un sendero
Que hastío en soledad vagaba.
Mi corazón yermo de vida huía
De tu mirada de amor alada.
Juan Pablo II, tu nombre indica,
Tu estampa vejez que propicia dicha y sabiduría,
Tus pies tropiezan en piedras esquivas
Para llegar a mi piedra rodada.
Padre te llaman algunos,
De santo no pocos te claman,
Apóstol de Cristo tú eres,
De la Virgen María semblanza.
Para esta pequeña altiva,
Que reconoce la miés ya trillada,
Eres ya un corazón que palpita
Y junto al mío bendice alabanza.
!Alma mía guarda a su alma,!
!Pena mía socorre la suya!,
Pies heridos caminen ligeros
En mis pies de pequeña cautiva.
Cautiva de un sueño que se hace esperanza.
De la espera que tornose un sueño:
El de verse encendida la antorcha
De Juan Pablo II, padre nuestro.
Dios bendiga a nuestro Santo Padre,
La Virgen y los Santos nos lo bendigan,
Lo guarde mi Dios en su cielo,
Si alguna vez nos lo reclama.
Isabeldelasbenditasalmasdelpurgatorio-
!Que la paz del Señor esté siempre con vosotros!.
Al despertar siempre interpreté lo mismo que él pedía en oración a todos su hijos que rezásemos por él, que le ayudásemos a llevar su carga tan grande, y por lo que Dios haya querido, nuestros espíritus se comunicaron en mi sueño.
ORACION AL SANTO PADRE.
Mi corazón estaba desierto.
De caminar solo harto estaba.
De vivir apenas muerto
Y de morir si no rezaba.
Mi corazón yacía en un sendero
Que hastío en soledad vagaba.
Mi corazón yermo de vida huía
De tu mirada de amor alada.
Juan Pablo II, tu nombre indica,
Tu estampa vejez que propicia dicha y sabiduría,
Tus pies tropiezan en piedras esquivas
Para llegar a mi piedra rodada.
Padre te llaman algunos,
De santo no pocos te claman,
Apóstol de Cristo tú eres,
De la Virgen María semblanza.
Para esta pequeña altiva,
Que reconoce la miés ya trillada,
Eres ya un corazón que palpita
Y junto al mío bendice alabanza.
!Alma mía guarda a su alma,!
!Pena mía socorre la suya!,
Pies heridos caminen ligeros
En mis pies de pequeña cautiva.
Cautiva de un sueño que se hace esperanza.
De la espera que tornose un sueño:
El de verse encendida la antorcha
De Juan Pablo II, padre nuestro.
Dios bendiga a nuestro Santo Padre,
La Virgen y los Santos nos lo bendigan,
Lo guarde mi Dios en su cielo,
Si alguna vez nos lo reclama.
Isabeldelasbenditasalmasdelpurgatorio-
!Que la paz del Señor esté siempre con vosotros!.
Por las benditas almas del purgatorio, os ruego una oración,
un pensamieto, un recuerdo..
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